jueves, 28 de junio de 2012

Adios a un Grande ...

Adios a un Grande ...

Paradójicamente, la muerte, siempre ligada a la vida, a menudo se asoma a nuestro entorno, tal vez para demostrarnos su vigencia, y recordarnos que el destino siempre está en sus caprichosas manos, elige a uno de nosotros y nos hace notar, que no existe nada más frágil que el ser humano. Esta vez se fue Manolo Preciado, hombre de fútbol cabal, honesto, franco y trabajador, palabras que el lector seguramente conoce de situaciones similares, pero que en esta oportunidad son nuestro humilde recordatorio, a quién le tocó vivir una serie de circunstancias dramáticas en el seno familiar, pero que siempre mantuvo su toque de humor, su bonhomía y lo mostraba conciliador, amigo, confidente, siempre dispuesto en la atención a la prensa, contestando todo lo que se le preguntara, nunca necesito la polémica, ni la declaración rimbombante para ser noticia, siempre lo fue por su trabajo, a veces los resultados no lo acompañaron y por esa ley n o escrita, debió abandonar al equipo que dirigía, y otra vez a esperar el llamado telefónico, ese que lo colocara nuevamente en carrera, renovando su ilusión, su sonrisa de hombre bueno, bonachón y si se quiere, ingenua. Será difícil imaginar un partidos sin Manolo sobre la línea de cal, animando a sus jugadores, discutiendo con los árbitros, a su manera, intentando lo mejor para el equipo, gesticulando, pero al final, saludaba a propios y ajenos, siempre, demostrando aquello que al terminar un partido de fútbol, todo se olvidaba, volvían a ser amigos, y hasta al domingo próximo. En ocasiones, algún colega, tal vez borracho de “gloria”, eterno adorador de si mismo, intento mezclarlo en guerra de declaraciones, pero Preciado, con altura y elegancia, salió de la trampa que intentaron tenderle, no entró al trapo, y demostró que para ser grande, a veces, es mejor tener la boca cerrada, y demostrar su trabajo en la cancha, su lugar, donde más disfrutó y fue un poco feliz. Manolo no se fue, siempre estará donde un balón ruede, con su Sporting de siempre, con el verde de Asturias, y como n o, un poco en el corazón de todos los que amamos el fútbol, ya que el si fue uno de los nuestros. Hasta siempre Manolito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario